7/2/11

Cuatro preguntas...

Kant consideraba que la filosofía (cosmopolita) puede ser reductible a cuatro posibles preguntas:

1. ¿Qué puedo saber?

En esta pregunta el hombre explora la posibilidad de conocer, las condiciones y los límites mismos de su conocimiento.


Por su naturaleza es una pregunta de carácter especulativo, que la filosofía intenta responder mediante diversos estudios e investigaciones en torno a todo aquello que puede llegar a ser entendido.


2. ¿Cómo debo comportarme?

El ser humano siempre se ha preocupado por saber hacia dónde debe orientar su conducta y los actos que de ella emanan. La naturaleza social, que nos es propia, conlleva que tengamos que razonar y elegir conductas adecuadas para conducirnos en sociedad.


La filosofía, más específicamente la moral, busca precisamente comprender las normas y/o valores adecuados con los que el ser humano se ha de conducir en el mundo social.


3. ¿Qué puedo esperar?

El hombre es el único ser vivo consiente de su finitud, por lo mismo necesita dotar de significado la existencia y encontrar un cariz trascendente en su vida.


La religión ha servido en algún momento como respuesta a esta pregunta, algunas personas han encontrado en la razón religiosa significados sobre este particular, otros (sobre todo en esta época) han optado por refugiarse en la ciencia o el arte como medios para encontrar respuestas al sentido de la existencia.


4. ¿Qué es el ser humano?

Básicamente en esta pregunta se engloban las otras tres, y el sentido mismo de la filosofía. Todas las preguntas filosóficas que podamos hacernos de una forma u otra confluyen en este punto; ¿Qué es el hombre?


A pesar de lo complejo en alcance y significado de esta interrogante, Kant creyó que la respuesta a esto se encontraba en la antropología, es decir, en el estudio razonado y sistemático sobre lo humano.

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